Segalés: "Me detectaron asperger, pero no me metieron en una burbuja" A Miquel Segalés (Sabadell, 1998), le diagnosticaron asperger cuando tenía 9 años. A partir de ahí comenzó una lucha por superar las dificultades diarias que ahora relata en "El camino de la vida", el libro que presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA acompañado por la psicóloga Pilar Chanca."A mis padres les dijeron los psicólogos y médicos que me metieran en una burbuja y ellos fueron inteligentes y no hicieron caso", aseguró Segalés, quien describió el asperger como un trastorno que lleva a quienes lo padecen a tener dificultades para entender lo que no es "normal", en referencia a las bromas, los comentarios irónicos o los dobles sentidos de las frases. "Nosotros nos lo creemos todo y lo llevamos al extremo", señaló el autor, que a los 9 años tuvo que preguntarse a sí mismo porque se comportaba de forma distinta al resto de los niños. También tuvo que aprender a entender el rechazo que podía generar entre los compañeros de curso o la pena por su situación que sentían algunas personas de su entorno.
A Miquel Segalés (Sabadell, 1998), le diagnosticaron asperger cuando tenía 9 años. A partir de ahí comenzó una lucha por superar las dificultades diarias que ahora relata en "El camino de la vida", el libro que presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA acompañado por la psicóloga Pilar Chanca."A mis padres les dijeron los psicólogos y médicos que me metieran en una burbuja y ellos fueron inteligentes y no hicieron caso", aseguró Segalés, quien describió el asperger como un trastorno que lleva a quienes lo padecen a tener dificultades para entender lo que no es "normal", en referencia a las bromas, los comentarios irónicos o los dobles sentidos de las frases. "Nosotros nos lo creemos todo y lo llevamos al extremo", señaló el autor, que a los 9 años tuvo que preguntarse a sí mismo porque se comportaba de forma distinta al resto de los niños. También tuvo que aprender a entender el rechazo que podía generar entre los compañeros de curso o la pena por su situación que sentían algunas personas de su entorno.