Una madre utiliza un videojuego para interactuar con su hijo con ásperger durante la cuarentena El confinamiento obligado por la pandemia del coronavirus está sometiendo a todos a una gran presión. No es fácil pasar horas y horas de manera ininterrumpida dentro de las viviendas, a las que en la inmensa mayoría de los casos les falta un jardín y metros cuadrados.Pero ese encierro no es igual de duro para todos. Hay colectivos que lo sufren especialmente. Es el caso de los niños con algún tipo de discapacidad o diferencia; por ejemplo, los niños autistas o con síndrome de Asperger. No es fácil comunicarse con ellos y aún menos en una situación como la presente.
El confinamiento obligado por la pandemia del coronavirus está sometiendo a todos a una gran presión. No es fácil pasar horas y horas de manera ininterrumpida dentro de las viviendas, a las que en la inmensa mayoría de los casos les falta un jardín y metros cuadrados.Pero ese encierro no es igual de duro para todos. Hay colectivos que lo sufren especialmente. Es el caso de los niños con algún tipo de discapacidad o diferencia; por ejemplo, los niños autistas o con síndrome de Asperger. No es fácil comunicarse con ellos y aún menos en una situación como la presente.
Vall d’Hebron y la Federació Catalana de Autismo mejoran la atención a la neurodiversidad con M’adapTU, una filosofía de trabajo para hacer más accesible y amable el entorno hospitalario