Tengo 58 años y hace menos de un año que sé que soy asperger“Siempre me he sentido la rara del grupo y no compartía los gustos de los demás. Mi capacidad ha hecho que siempre haya estado trabajando, pero llegaba a un punto que explotaba y me bloqueaba, pero no sabía porqué”, cuenta Montse Morral para La Vanguardia. La vida de Montse siempre ha sido una lucha constante. De pequeña sufrió bullying y, ya de adulta, vivió episodios de mobbing en el trabajo que la llevaron a una depresión. Lejos de desesperar siempre ha lidiado con todo de la mejor manera. “Conocer el diagnóstico fue liberador”, reconoce.Las historias de Lidia, David y Cristina también son parecidas. Durante toda su vida han sabido que eran diferentes y han acudido a especialistas donde les han determinado diagnósticos erróneos (TLP, fobia social, bipolaridad o TDAH, entre otros). Pero no entendían porqué se sentían así, hasta que el diagnóstico definitivo les aclaró sus dudas. Hace menos de dos años conocieron que tenían asperger y eso respondió a muchas de sus preguntas.
“Siempre me he sentido la rara del grupo y no compartía los gustos de los demás. Mi capacidad ha hecho que siempre haya estado trabajando, pero llegaba a un punto que explotaba y me bloqueaba, pero no sabía porqué”, cuenta Montse Morral para La Vanguardia. La vida de Montse siempre ha sido una lucha constante. De pequeña sufrió bullying y, ya de adulta, vivió episodios de mobbing en el trabajo que la llevaron a una depresión. Lejos de desesperar siempre ha lidiado con todo de la mejor manera. “Conocer el diagnóstico fue liberador”, reconoce.Las historias de Lidia, David y Cristina también son parecidas. Durante toda su vida han sabido que eran diferentes y han acudido a especialistas donde les han determinado diagnósticos erróneos (TLP, fobia social, bipolaridad o TDAH, entre otros). Pero no entendían porqué se sentían así, hasta que el diagnóstico definitivo les aclaró sus dudas. Hace menos de dos años conocieron que tenían asperger y eso respondió a muchas de sus preguntas.
Vall d’Hebron y la Federació Catalana de Autismo mejoran la atención a la neurodiversidad con M’adapTU, una filosofía de trabajo para hacer más accesible y amable el entorno hospitalario