“Cuando no existe el apoyo adecuado, lo que más se resiente es la autoestima de los niños con TEA”Luis Pérez de la Maza, experto en autismo: “Cuando no existe el apoyo adecuado, lo que más se resiente es la autoestima de los niños con TEA”A pesar de la alta incidencia de menores con Trastorno del Espectro Autista, el sistema educativo sigue sin ofrecer respuesta a sus necesidades. El especialista, que considera a las familias como un elemento principal de su educación, explica las consecuencias de estos déficitsEl Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una de las causas de diversidad funcional más comunes y también más desconocidas. Se calcula que uno de cada cien niños en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, presenta rasgos TEA en mayor o menor medida, aunque se presume que este porcentaje podría ser bastante más alto debido, sobre todo, a la mayor precisión de los actuales métodos de diagnóstico y a una mejor formación de los profesionales. Es precisamente la labor de estos profesionales la que está consiguiendo una inclusión cada vez más real de los menores con autismo en diferentes ámbitos de la sociedad, consolidando su participación en parcelas de la vida hasta hace poco inalcanzables para muchos de ellos. Sin embargo, existe una, probablemente la más importante de todas, en la que todavía queda mucho trabajo por hacer: el sistema educativo.
Luis Pérez de la Maza, experto en autismo: “Cuando no existe el apoyo adecuado, lo que más se resiente es la autoestima de los niños con TEA”A pesar de la alta incidencia de menores con Trastorno del Espectro Autista, el sistema educativo sigue sin ofrecer respuesta a sus necesidades. El especialista, que considera a las familias como un elemento principal de su educación, explica las consecuencias de estos déficitsEl Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una de las causas de diversidad funcional más comunes y también más desconocidas. Se calcula que uno de cada cien niños en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, presenta rasgos TEA en mayor o menor medida, aunque se presume que este porcentaje podría ser bastante más alto debido, sobre todo, a la mayor precisión de los actuales métodos de diagnóstico y a una mejor formación de los profesionales. Es precisamente la labor de estos profesionales la que está consiguiendo una inclusión cada vez más real de los menores con autismo en diferentes ámbitos de la sociedad, consolidando su participación en parcelas de la vida hasta hace poco inalcanzables para muchos de ellos. Sin embargo, existe una, probablemente la más importante de todas, en la que todavía queda mucho trabajo por hacer: el sistema educativo.
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