El amor en el autismo: más allá de la norma

El amor puede ser un desafío para cualquiera. Leer a la otra persona, interpretar su lenguaje corporal, decodificar los mensajes no dichos, muchas veces da lugar a desencuentros. Enfrentarse a todo ello sin el manual de códigos sociales que la mayoría tenemos interiorizado hace que la complejidad sea otra. “El autismo es esa capa añadida de dificultad a la hora de saber leer lo que hay debajo de una situación y entender lo que le pasa a la otra persona. No es que no tengamos empatía, es que el proceso mental es distinto”, explica Marisa Martinez (33), que recibió su diagnóstico a los 30 años y realiza contenidos de sensibilización desde su cuenta de TikTok MichiAutista.

“No hay una sexualidad o una manera de vivir el amor de las personas autistas. Es un espectro donde encontramos distintas personalidades, maneras de sentir y expresar”, explica la psicóloga y sexóloga Gemma Deulofeu Villanueva del Centre Jove d’Atenció a les Sexualitat (CJAS) y aclara: “En distintas medidas, la interacción social les presenta desafíos. Hay un sistema social de valores y códigos que te dicen lo que está bien o no a la hora de relacionarte. Para estas personas, es complejo entender este mundo social que perciben y sienten de otra forma”.